Por algún motivo que desconozco nos hemos pensado que para sentirnos afortunados debemos tener suerte; que para querer a alguien le tenemos que conocer previamente; que para sentir gratitud nos deben hacer un favor; que para estar alegres es necesario que nos pasen cosas buenas y que para avanzar con confianza necesitamos tener motivos para hacerlo.
No es así, podemos expresar todo esto sin motivo, igual que respiramos.
En algún momento hemos tomado conciencia de que nos encontramos en una carrera de fondo y en ocasiones nos cuesta ver la luz al final del túnel pero si paramos y escuchamos con detenimiento, podremos escucharnos a nosotros mismos/as diciéndonos:
No esperes a ver la luz al final del túnel, se tu esta luz.
En este nuevo curso que empieza, no nos guardemos nada para nosotros.
Volvamos a enamorarnos de la vida y de nuestro trabajo.
Seamos Luz para nosotros y para los demás.
Feliz curso 21-22.